martes, 20 de junio de 2017

8 consejos para cuidar tu boca con protesis total

8 consejos para cuidar tu prótesis dental 





  1. Recuerda que las prótesis son frágiles, y pueden quebrarse si se caen en el lavabo o en cualquier superficie dura. Cuando las manipules, hazlo sobre un paño suave, que las acolchen y protejan si se te deslizan de las manos.
  2. Cepilla tu prótesis después de las comidas para mantenerla limpia, igual que haces con tus dientes naturales. Pero usa un cepillo y una pasta o limpiador designados especialmente para las prótesis. Las cerdas de estos cepillos son muy suaves para que no se rayen los dientes; las pastas o limpiadores para prótesis son también suaves, sin sustancias abrasivas.
  3. Si te resulta inconveniente cepillar tu prótesis después de comer, enjuágate la boca con agua para eliminar cualquier partícula de alimento que haya quedado atrapada entre los dientes.  Además de limpiar tu prótesis, es necesario que te cepilles las encías, la lengua y la parte interna de la boca con un cepillo de cerdas suaves dos veces al día. Así eliminas la placa y estimulas la circulación, lo que conserva sanas tus encías. Y también es bueno que te laves la boca a diario con un enjuague bucal o con agua tibia con sal.
  4. Usa tu prótesis todos los días para asegurarte de que se adapta bien a tu boca. Con el tiempo, las encías y la línea de la mandíbula cambian y tienden a retroceder. Si usas la prótesis a diario, minimizas el problema.
  5. De todos modos, la prótesis debe ajustarse cada cierto tiempo para que se fije bien. Si la cuidas adecuadamente, suele durar de cinco a siete años antes de que debas reemplazarla por una nueva.
  6. Dale un descanso a tus encías: quítate la prótesis cuando te vayas a acostar. Y para evitar que se golpee o se deforme cuando esté fuera de tu boca, consérvala en agua, a la que puedes agregar alguna pastilla desinfectante.
  7. Si la prótesis te sigue molestando después de un tiempo prudente, ve al dentista. Probablemente necesite un ajuste. Si se mueve cuando hablas, o se suelta cuando te ríes, te sonríes o toses, habla también con tu dentista para que te la ajuste apropiadamente.
  8. Examina tu boca con frecuencia. Si te molesta, si hay algún área dolorosa, o si notas una llaguita que no sana, consulta enseguida con tu dentista. Eso es especialmente importante si padeces de diabetes.
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